El director danés lleva al límite diferentes experiencias eróticas en una cinta de más de cinco horas
Excesivo, polémico, genio… A Lars Von Trier se le pueden poner todos los calificativos, buenos o malos, que quepa imaginar. La forma que tiene de entender el cine no tiene parangón en la historia del séptimo arte. Amado por muchos, odiado por unos pocos, este danés pasado de rosca tiene una nueva criatura que le sirve para indagar en la ninfomanía y llevar al límite sus obsesiones sexuales.
‘Nymphomaniac’ está instalada en la polémica desde hace meses. Peleas con actores, extraños tráilers cargados de sexo y actores fingiendo (¿o no?) orgasmos no han hecho más que elevar la expectación sobre una película de cinco horas y media que a España llegará dividida en dos partes. La primera se estrenará el 25 de diciembre y la segunda, un mes más tarde, el 24 de enero.
Fiel a sus principios, el creador del movimiento Dogma se ha negado a recortar la película pese a su excesivo metraje (un suicido comercial para las salas) y no ha querido ni oír hablar de una versión ‘light’. En total son ocho episodios sobre las experiencias eróticas, narradas en primera persona, de una mujer auto-diagnosticada como ninfómana a la que da vida la francesa Charlotte Gainsbourg.